A casi 80 días
de iniciado el aislamiento social obligatorio la situación de los trabajadores y
trabajadoras de televisión, tanto de las productoras y canales de aire como de
las cableras, continua empeorando de la mano del atraso salarial, los despidos,
las suspensiones, los sueldos en cuotas o directamente el contagio del Covid-19
ante la desidia patronal y la complicidad sindical que mira hacia otro lado.
Clasificada
la actividad como esencial, los trabajadores y trabajadoras de televisión
continuamos trabajando diariamente desde el inicio de la pandemia sin ningún
tipo de protocolo de salud ni cobrando ningún plus adicional por prestar tareas
en medio de la pandemia.
Con las
paritarias vencidas en los dos sectores de la actividad y con una inflación
interanual según el INDEC del orden del 45,6 % a abril de 2020, el salario se
sigue depreciando y ha llevado a una situación en donde prácticamente la
totalidad de los salarios básicos de televisión se encuentran bajo la línea de
pobreza calculada a abril de 2020 en 42593 pesos.
Productoras
y canales de aire
Actualmente,
los trabajadores y trabajadoras nucleados bajo convenio ATA-CAPIT continúan sin el ajuste paritario que debía
ser resuelto en marzo luego de que se firmara un primer aumento de un 14%. La estrategia de la directiva
nacional de firmar solo una primera
parte y dejar para más adelante negociar un segundo tramo resulto un rotundo fracaso y hoy estamos sufriendo las consecuencias . De
septiembre de 2019 a abril de 2020 mientras que nuestro salario aumentó un 14%
la canasta básica total lo hizo en un 22% (Datos INDEC).
Mientras
tanto el avance patronal continúa con cientos de compañeros y compañeras que
han perdido su ingreso producto del cese de actividades en algunas empresas que
se vieron obligadas a detener sus producciones. En este caso, la pandemia ha
descubierto la gran precarización que envuelve todo el circuito de producción
audiovisual donde una parte cada vez mayor de trabajadores y trabajadoras son
“eventuales” o “freelance”.
Los
compañeros y compañeras afectadas no solo han quedado con cero ingresos, en
muchísimos casos también se les ha caído la obra social por falta de aportes y
muchísimos no han accedido a la ayuda estatal por haber facturado en el mes de
abril. Ante tal situación desesperante, la directiva nacional del sindicato
dispuso una ayuda de $3000 pesos para comprar comida solo a los afiliados y elevo una queja a la
cámara empresaria en forma de repudio. De esta ayuda, apenas un número reducido
de compañeros pudo acceder a esta mísera suma.
Mientras
tanto, otra gran cantidad de trabajadores y trabajadoras también han visto reducido sus ingresos pese a
que la mayor parte las empresas recurrieron a la ayuda estatal para abonar los
sueldos a través del programa de
asistencia de emergencia al trabajo y a la producción (ATP) . Sin embargo, solo abonaron un 50% de la totalidad de los
salarios y en algunos casos adelantando a sus trabajadores dinero en carácter
de préstamo.
Los
comunicados de repudio por parte de la directiva nacional continúan sin que las
patronales se les mueva un pelo. Por abajo, las bases mastican bronca y
comienzan a debatir y organizarse, como es el caso de los trabajadores y
trabajadoras de los móviles de futbol , los eventuales o de las empresas audiovisuales que están reclamando por un
subsidio de 30000 pesos para los compañeros y compañeras de la actividad.
Las cableras
Por el lado
de las cableras la situación no es mejor. El último tramo de la paritaria también
esta vencido y aun no se sabe que se está negociando con la cámara empresaria.
El avance de
la pandemia también dejo a los trabajadores y trabajadoras de cable en una
situación de riesgo por el carácter de esencial que asumió nuestra actividad y
porque debieron continuar sus tareas sin elementos de seguridad ni protocolo
alguno de trabajo mientras no solo circulaban por la vía publica sino entrando
a los hogares de los clientes.
Muchos compañeros
se vieron contagiados y varias bases operativas enteras debieron ser puestos en
cuarentena como ha sucedido con el depósito de Cablevisión en Lugano o las bases
de Telecentro en Flores, Lomas del Mirador
o Chacharita por citar algunos.
Párrafo
aparte merece la entrega de la directiva nacional que firmó un acta con Cablevisión
a espaldas de los compañeros y compañeras
donde obliga a los técnicos a entrar en los hogares de los clientes y
que merece nuestro más enorme rechazo y que fuera denunciada oportunamente
desde La Naranja.https://prensaobrera.com/sindicales/69828-cablevision-telecom-avanza-contra-los-trabajadores-con-el-acuerdo-de-la-direccion-del-satsaid?__cf_chl_jschl_tk__=5db4b42469ab76bf5375933411c9c179d3d9eb28-1591150696-0-AZcgSsHIAcW4Nkc6PfNt7tuBDtZaiKfk__XhOOYjjSKHFr61Ej-WrZfy-XyfHQlvq9wVzpmgdy8VHKVFX7STCEJORwPVVQgSjbewVkglAyL21rfbVulMSdgVMIU_UhFde2O2CJ1KWBzb31zh6lWPRcUV_FuWsoHXFYQJemAonIrWhi66lBNUVo0IuiIqwyQy74hHHEez4uwMBtPLiKGLlSmcDDIbIC733DEsciwaY7cjjwExyRG_TKYtgM9Tph8Z8tH1AIpvAoKhi2PKx6GcDRDL2Mlj04Dm6xS6rjxN34xegEBTCGugNVkSEmhS4vJhPgNjqefil99EazajHsgk1tnyBhjyElF7jMjsK3BqXtkCnoza8qYC6yOV0qFkmOsGJZCv1xxyzceG0S9la_KU7mWN8meG-MSNFilVvl1IWOJC
La situación
es peor para los trabajadores y
trabajadoras de las empresas tercerizadas que son utilizadas por las grandes
compañías y que prestan sus funciones en en condiciones de insalubridad total,
sin elementos de seguridad, sin protocolo alguno, fuera del convenio de la
actividad y que fueron el back up de las
grandes compañías para hacer frente al aumento de la demanda que tuvieron
durante al pandemia.
Una vez más,
los trabajadores y trabajadoras somos los que ponemos el cuerpo para que las
empresas embolsen sus millones.
El teletrabajo
El inicio de
la pandemia dio lugar a un crecimiento generalizado del teletrabajo que agravo
aun más la situación que venimos describiendo, ya que además es ahora el trabajador quien debe asumir los costos del
proceso productivo ya sea a través del pago de la energía eléctrica consumida,
o el teléfono o los datos, por citar algunos ejemplos.
A esto se le
debe sumar en muchos casos una intensificación de los ritmos del trabajo cuando
no el aumento de la jornada laboral que redunda en una mayor explotación de la
fuerza de trabajo.
Frente a
esta situación, los trabajadores y trabajadoras de televisión no solo debemos exigir
el pago de un extra para solventar estos gastos sino también el derecho a la
desconexión y al respeto de la jornada laboral convenida, urgente en estos
tiempos de conectividad permanente y donde el virus altero los ritmos y formas
del trabajo.
Discutamos una salida
La situación
del carácter vencido de nuestra paritaria, pese a su lado negativo, nos ha
dejado ante la posibilidad de poder unificar nuevamente las paritarias de circuito cerrado y
productoras y canales de aire. Semejante posibilidad no solo otorgaría un mayor
poder de presión al gremio sino que avanzaría en recomponer el colectivo de
trabajadores y trabajadoras de
televisión cada vez más atomizado.
La lucha por
el salario y por nuestra salud nos obliga a reagruparnos para poder llevar adelante
consecuentemente nuestros reclamos. La directiva nacional del sindicato ha
abdicado hace rato de luchar por nuestros derechos y lo confirma la cruda
realidad que enfrentamos los trabajadores y trabajadoras de la actividad.
La necesidad
de poner en pie un reagrupamiento antiburocrático que luche por la recuperación
de nuestro gremio se plantea
objetivamente y desde La Naranja militamos incansablemente para llevarlo
adelante.
En momentos
donde la clase capitalista intenta descargar la crisis sobre las espadas de los
trabajadores y trabajadoras de la mano de despidos masivos, suspensiones, la
precarización y reforma laboral incluida, con la complicidad de toda la
burocracia sindical y los partidos políticos patronales, el reagrupamiento de
los trabajadores es elemental.
En ese sentido,
desde la Naranja de televisión en la Coordinadora Sindical Clasista – PO llamamos
a los compañeros y compañeras de televisión a participar de la movilización que
desde nuestras agrupaciones impulsamos dentro del Plenario Sindical Combativo a
realizarse este 16 de junio al centro político en reclamo de todas nuestras
exigencias y para que la crisis la paguen
los capitalistas.
No al ingreso en los domicilios a menos que sean tareas
esenciales. Defensa de los convenios 131/75 y 223/75. Pase a planta de los
"contratados" bajo Convenio Colectivo de Trabajo 131/75 y
JD. Sostenimiento de la cobertura de salud para todos los compañeros y
compañeras. Apertura de los libros de las empresas, canales o productoras que
declaren estar en crisis o pretendan despedir o rebajar los salarios (exijamos
que se cumpla el artículo 8 del DNU 297/2020). ¡No a la rebaja salarial! ¡No al
pago en cuotas! Defendamos el poder adquisitivo del salario: apertura de la
paritaria y, hasta que esto no suceda, ajuste automático del mismo por la
inflación del Indec.
Por la organización independiente de los trabajadores.
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