DE LA MANO DE LAS
TELCOS Y FINTECH
La "ley de las telefónicas" viene a cerrar el
proceso iniciado en 2009 y a revelar el sentido profundo de la "madre de
todas las batallas". Para decirlo rápidamente: los intereses de las
corporaciones telefónicas estuvieron desde el origen en la ley de Medios, no la
"democratización de la palabra".
Fue la negociación con la oposición de centroizquierda
(Proyecto Sur, Partido Socialista) la que llevó al gobierno a resignar el punto
y dejar fuera del texto a las empresas telefónicas. El argumento usado en aquel
entonces fue que se las excluía "para desterrar cualquier duda sincera que
pueden haber tenido respecto de que tal vez la presencia de las telefónicas
pudieran haber generado un nuevo monopolio" (14/9/09). Ahora, con este
nuevo proyecto de ley, la "duda sincera" se transforma en certeza
política respecto de dónde están los intereses del gobierno "nacional y
popular".
Desde entonces hasta ahora, las empresas telefónicas siempre
estuvieron bajo el calor del Estado. Esto se hizo evidente en noviembre del año
pasado, cuando Martín Sabbatella, titular de la Afsca, defendió la imposible
adecuación de Telefé alegando que el canal pertenecía, no a Telefónica
Argentina, sino a... Telefónica Española. Un despropósito similar al de su más
reciente declaración a propósito de este nuevo proyecto. Sabbatella señaló que
no modifica "ni una coma" de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual,
cuando borra de un plumazo todo un artículo (el 25), que precisamente vedaba la
participación de las telcos en el mercado audiovisual. Sea como sea, de
aprobarse este proyecto, Sabbatella no precisará inventar argumentos: Telefé
queda automáticamente adecuada.
AMIGOS SON LOS AMIGOS
Siempre estuvieron sobrevolando los capitalistas amigos:
desde el grupo Werthein (que ingresó a Telecom gracias al apoyo del gobierno,
que pleiteó y luego llegó a una tregua con la multinacional
italiana) hasta David Martínez y su fondo de inversión
Fintech.
Dueño del 40% de Cablevisión, Martínez se presentó en la
Afsca para adelantar un plan de adecuación, cuando el grupo Clarín todavía
apostaba al pantano judicial. Pero este no fue el único gesto ´nacional y
popular´. En medio de la crisis de la deuda externa y la extorsión de los
fondos buitre, el magnate mexicano manifestó su apoyo al canje de deuda
propuesto por el gobierno. Como Soros, el buitre Martínez formó parte del grupo
de los ‘buenos’. Uno de sus últimos actos fue la compra del 17% de las acciones
de Telecom Argentina con opción a comprar en breve el 51% del total.
Tras la presentación del proyecto de ley, que según Kicillof
viene a garantizar "un derecho humano", todas las miradas apuntaron a
David Martínez. Su posición en Cablevisión y Telecom lo perfila como uno de los
grandes beneficiarios de la Argentina digitalizada. Tanto que hasta podríamos
especular con que el proyecto de ley tiene también su nombre y apellido.
La ley de Medios pasó
a mejor vida. Y la "epopeya" se disuelve en el aire.
Santiago Gandara
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